Existen varios estudios científicos realizados en animales que prueban la efectividad del aceite de comino negro a la hora de limitar la actividad de las células cancerígenas, e incluso eliminar algunos tipos de cáncer. Uno de los componentes más importantes para lograr tal efecto es la Timoquinona, presente en el comino negro, y que aporta importantes beneficios a la hora de tratar varias enfermedades inflamatorias incluyendo el cáncer de hígado, de piel, de páncreas, el cáncer de cervicales, de corazón, de huesos, de estómago, el linfoma, el cáncer de próstata, de colon y de cerebro.
Dos estudios distintos realizados durante el año 2011, realizados por un equipo de China y otro de Arabia Saudí, repasaron la literatura científica alrededor del aceite de comino negro respecto al cáncer. Estos estudios llegaron a la conclusión de que las propiedades anticancerígenas de este producto natural se habían utilizado en varias medicinas tradicionales durante siglos. El aceite de comino negro y la Timoquinona no solo son potentes anticancerígenos naturales, sino que además ayudan a tratar otras enfermedades como las complicaciones cardiovasculares, la diabetes o el asma.
A pesar de que los mecanismos moleculares detrás de estas propiedades anticancerígenas todavía no están 100% claros, algunos estudios han mostrado que la Timoquinona ejerce un efecto antioxidante que mejora el sistema inmunitario. El aceite de comino negro induce la apoptosis o muerte celular programada, que ayuda a nuestro cuerpo a eliminar de forma sistemática células viejas, innecesarias o perjudiciales, entrando las células cancerígenas en este último grupo, y todo ello sin liberar toxinas a nuestro organismo.
El comino negro y la miel, combinación perfecta contra el cáncer
Científicos egipcios estudiaron el efecto protector de la miel de abeja y las semillas de Nigella Sativa en el estrés oxidativo y el cáncer derivado de exponer ratas de laboratorio a un potente carcinógeno. Después de esta exposición, los cuatro grupos de ratas recibieron una alimentación distinta. Unos recibieron o bien comino negro o miel, mientras que el último grupo recibió ambos alimentos. Después de 6 meses de evaluación, los grupos alimentados con comino negro recibieron un 80% de protección contra el estrés oxidativo y la formación del cáncer, mientras que el grupo que recibió el comino negro junto con la miel vio este porcentaje elevado hasta el 100%.
El comino negro como ayuda en tratamientos de radioterapia
En un estudio realizado en el año 2014 por científicos turcos se observó que el aceite de comino negro tenía el potencial de ayudar a las personas que estuvieran recibiendo un tratamiento de radioterapia para tratar el cáncer. Estas sesiones, durante las cuales los pacientes reciben potentes dosis de radiación, acarrean consigo severos efectos secundarios, muchas veces peligrosos. Este grupo científico estudió los efectos de la radiación y como el comino negro puede afectar el sistema oxidante/antioxidante del tejido del hígado en las ratas.
Expusieron varias ratas a una dosis de radiación gamma. Un grupo de ratas recibió un gramo de aceite de comino negro por kg de peso corporal una hora antes de la radiación, y la misma dosis de forma diaria durante los 10 días posteriores a la radiación. Este grupo de ratas vio reducidos sus marcadores de estrés oxidativos, mientras que el tejido de sus hígados recibió un aumento de su capacidad antioxidante.