Las propiedades del comino negro ya eran conocidas por las antiguas civilizaciones griega, egipcia y la medicina ayurvédica. Su uso, por lo tanto, se documenta desde hace más de 2.500 años. Así lo confirman evidencias recogidas en documentos históricos sobre medicina. Los médicos egipcios lo recomendaban como digestivo después de grandes convites, para aliviar el dolor de cabeza, las inflamaciones, alergias o el dolor de muelas, entre otros. Por ello se la ha denominado la semilla de los faraones.
Además el aceite de comino negro también era utilizado como cosmético, y la reina Nefertiti o Cleopatra, ambas aclamadas por su belleza, lo tenían como uno de sus productos de estética. Por sus múltiples funciones, en Egipto se llama “habit al-baraka”, la semilla bienaventurada. Se encontraron también restos de aceite de comino negro en tumbas reales egipcias, entre ellas la de Tutankamon, y a pesar de que su papel exacto en la cultura egipcia es desconocido, se sabe que los elementos enterrados con un faraón fueron cuidadosamente seleccionados para que le ayuden en la otra vida.
Dioscórides, médico, farmacólogo y botánico de la antigua Grecia habla del comino negro en su obra De materia médica, un libro que recoge hasta 600 plantas medicinales y que tuvo gran difusión en la Edad Media. Atribuyó a la Nigella Sativa propiedades contra el dolor de cabeza y de dientes, la congestión nasal y también para expeler parásitos intestinales.
El aceite de comino negro también fue un fármaco y cosmético relevante en la Península Ibérica durante Al-Andalus y fue cultivado por todo el territorio andalusí. La mayoría de los médicos andalusíes citan la semilla en sus obras. Es el caso de Abdul-Malik Ibn Habib, que en su Compendio de Medicina lo recomienda para el vientre, el resfriado o la mucosidad. Otro médico andalusí, Ibn Al-Qaim Al-Yauziza dice en su Medicina Profética que es beneficioso contra la fiebre, las mucosidades y la congestión nasal.
A pesar de la distancia física y temporal entre Dioscórides y los médicos andalusíes, se hallan similitudes en sus planteamientos sobre los beneficios que le atribuyeron al aceite de comino negro y que muchos años más tarde, investigadores y médicos contemporáneos los corroboraron en los laboratorios.
El aceite de comino negro es uno de los productos que ofrece Siremsyr. Entre otros muchos beneficios, el aceite de comino negro refuerza el sistema inmunológico por su alto contenido en aminoácidos, y eso hace que sea muy adecuado para prevenir un gran número de enfermedades.